Debido a que los bonsái provienen de árboles que crecen en los exteriores, es normal pensar que no pueden cultivarse en interiores, sin embargo existen árboles que pueden vivir bajo las condiciones que mayormente son presentadas en los interiores de las casas y por ello al decidir cultivar un bonsái se debe pensar en el lugar donde se colocara para luego elegir entre los bonsái para interiores y exteriores el adecuado para el jardín o el hogar.

Bonsái para interiores y exteriores

Ya que en el mercado se puede adquirir casi cualquier especie de árbol, no es difícil elegir el bonsái indicado para la casa, solo hace falta tomar en cuenta las condiciones climáticas en las que vivirá el bonsái para tomar la mejor decisión, tanto para interiores como para exteriores existen especies que se adaptan perfectamente al entorno, con tan solo conocer un poco sobre las diferentes especies se puede elegir el bonsái para interiores y exteriores indicado.

Perennes

Buxus: cualquiera de las especies del género es fácil de cuidar y mantener y el harlandii es muy llamativo por su corteza aunque es algo menos resistente al frío que el común

Cotoneaster: soporta bien temperaturas frías y en verano aguanta bien el calor. En primavera nos regalará sus pequeñas flores y los frutos durarán hasta bien entrado el otoño.

Ligustrum: resiste hasta -2ºC, es uno de los que encontramos a la venta como bonsái de interior pero si queremos que dure lo situaremos en el exterior.

Ficus: aguanta hasta 0ºC, por debajo de esa temperatura perderá hojas pero es posible acostumbrarlo a vivir en el exterior todo el año. Es muy recomendable para los recién llegados al bonsái.

Caducos

Carpinus: resiste perfectamente temperaturas bajas. El colorido de sus hojas en otoño y el pequeño tamaño de éstas lo hacen muy indicado en bonsái.

Fagus: aunque la especie japonesa, fagus crenata, tiene la hoja más pequeña, con la europea, fagus sylvatica, más extendida y fácil de conseguir, podemos lograr ejemplares de muy alto nivel. 

Púnica granatum: resiste el frío perfectamente y a pocos cuidados que le prodiguemos nos regala flores y frutos de un intenso color rojo.

Ulmus: se obtienen buenos ejemplares incluso partiendo de material de vivero, siendo el más habitual el ulmus parvifolia.

Zelcova: muy parecidos a los olmos, pero de hoja algo más grande. La más habitual es la zelkova serrata. Resiste muy bien el frío y admite cualquier ubicación.