Los Olivos son considerados árboles majestuosos y ornamentales codiciados por su hermoso follaje, la paz que transmite y sus frutos abundantes, lo que los hace uno de los bienes Europeos más cotizados en el mercado internacional. En este artículo os daremos unos pequeños consejos de cómo mantener el cuidado del olivo luego de la temporada de invierno y cómo podéis prepararlo para estos climas fríos durante lo largo del año.

La plantación del olivo es un detalle sumamente importante; en este punto se puede determinar que el tipo de suelo en el cual será plantado permitirá su desarrollo de mejor manera, lo cual facilitará su riego, su mantenimiento y que su follaje sea brillante y con abundantes frutos. Se recomienda que la plantación se realice en suelo arcilloso con buen drenaje y profundidad para un mejor agarre o anclaje de las raíces.

Para el cuidado del olivo

El Olivo al ser propio de un clima cálido, tiene la capacidad de nutrirse sólo con el agua de las lluvias; sin embargo, si el olivo se encuentra en maceta, es importante vigilar el riego constante y moderado, así como que la tierra que contenga permita drenar el agua para evitar el estancamiento y que se puedan pudrir las raíces.

La poda del árbol es una de los cuidados más importantes y delicados que se debe tener al cuidado del olivo; ésta permite el crecimiento sano y fructífero de la planta. Se recomienda realizarla al finalizar el invierno entre los meses de enero y febrero.

Consejos prácticos

Esta poda en particular es una poda estética que deja al descubierto la belleza natural de este hermoso espécimen y la preserva durante todo el año; observad la galería de Macrobonsai con los mejores olivos de la temporada al pinchar aquí.

Sin embargo, para el cuidado del olivo se requiere una poda al menos de dos o tres veces al año para limpiarlo de plagas, posibles hongos o maleza deteriorada, sólo si fuera necesario; ya que las plagas principales que puede tener un olivo son la mosca del olivo, la polilla y la cochinilla de la tizne.