La falta de nutrientes en nuestras plantas acarrea un conjunto de consecuencias variadas que van desde el color amarillo de las hojas, menor producción de flores y frutos, menor crecimiento, etc. Sin embargo, el número de minerales que necesita la planta son tantos que el hecho de determinar cuál es el que les falta se puede considerar todo un reto para un aficionado a la jardinería.

Las plantas necesitan una serie de nutrientes que se encuentran en diferentes proporciones en los suelos, esta necesidad de tantos elementos hace que, para un jardinero aficionado, la principal solución sea conocer qué tipo de suelo tenemos y aportarles abonos y fertilizantes combinados.

Como identificar la falta de nutrientes en las plantas

Falta de calcio: las hojas nuevas presentan malformaciones y las existentes permanecen verdes.

Falta de hierro: las hojas nuevas presentan un color blanco amarillento con nervaduras verdes, las hojas ya maduras permanecen verdes.

Falta de nitrógeno: las hojas superiores de las plantas son de color verde claro y las inferiores amarillentas. Las hojas más viejas se marchitan.

Falta de potasio: los bordes de las hojas se vuelven amarillentos y con el paso del tiempo comienzan a secarse.

Falta de dióxido de carbono: las hojas presentan zonas blancas y su crecimiento se detiene, con el avance de esta carencia de nutrientes la planta muere.

Falta de manganeso: puntos amarillos en las hojas de la planta y huecos en las nervaduras.

Falta de fosforo: las hojas presentan un color verde opaco más oscuro de lo normal que se va tornando rojo o purpura hasta que se produce la pérdida de las hojas.

Falta de magnesio: las hojas inferiores se vuelven amarillas hacia la parte de adentro y mantienen las nervaduras verdes.

Con estos datos es posible realizar un diagnóstico a las plantas que permita conocer las deficiencia de cada planta y de esta manera tomar las medidas correspondientes según el caso que se presente, una planta bien nutrida tendrá una vida larga brindando elegancia al jardín.