Existe la duda sobre si el olivo milenario puede enfermarse. Desafortunadamente como en todo ser vivo, existen algunos agentes externos que pueden causar enfermedades en el olivo y es importante identificarlas y saber tratarlas a tiempo para que sane pronto y pueda recuperarse de esos contratiempos. A continuación os mencionaremos algunas enfermedades comunes en este tipo de árbol y la manera en que debemos actuar para evitar que se deteriore.

Enfermedades del olivo milenario

Entre las enfermedades que atacan al olivo se encuentran el repillo de olivo, mal de plomo, verticillium del olivo, aceituna jabonosa, escudete, negrilla, tuberculosis del olivo o verrugas y los tumores o agallas del cuello. Entonces, ¿qué hacer si a vuestro olivo lo ataca una de esas enfermedades?

La mayoría de estas enfermedades del olivo milenario se atacan con cobre, bien sea en modo de óxido de cobre, cobre rojo, caldo bordelés, oxicloruro de cobre, cobre azul con Maneb y/o Zineb que contrarrestan, con su correcta aplicación los efectos de estas enfermedades.

Recomendaciones a futuro

Sin embargo, algunas enfermedades muy peculiares como el Verticillium no tienen tratamiento químico que funcione a cabalidad. Se recomienda en este término, realizar un buen mantenimiento y prevenir la presencia de brotes infectados. Del mismo modo, al localizar el brote debe ser extraído de raíz y se recomienda dejar el hoyo abierto durante al menos un año para evitar que futuros brotes se infecten.

Otra de las enfermedades que puede padecer el olivo milenario es la tuberculosis del olivo, que consiste en pequeñas verrugas o tumores que se presentan entre el nacimiento de ramas y ramillas. No obstante, es conocido que en árboles muy afectados se pueden cortar las ramas más gruesas para prevenir que se siga expandiendo

Por suerte, no causa un mal incontrolable, ya que existen olivos que han padecido esta enfermedad y con el adecuado mantenimiento y cuidado se preservan por muchos años. Conoced más de los cuidados para olivos al pinchar aquí.