Según datos antiguos, el olivo procede de la región Mesopotámica y se expandió hasta Europa a través de fenicios y griegos.
Este árbol desde su origen ha tenido una estrecha relación con el mundo sagrado, mitológico e incluso mágico ya que los egipcios le atribuían a la Diosa Isis el mérito de enseñar a cultivar; del mismo modo, el aceite del árbol de olivo era utilizado para iluminar los templos, perfumar baños, elaborar cosméticos y para la elaboración de coronas para las momias.
El olivo en el mundo
Por otra parte, datos antiguos también señalan que en Grecia se desarrolló el cultivo de los olivos y el uso del aceite de oliva en Siria, Líbano, Palestina, Egipto, Israel y Asia Menor, antes de su ingreso a Europa.
Al igual que en Egipto, los datos señalan que en Grecia el olivo era considerado un árbol sagrado y de la fertilidad, como consecuencia de esto las mujeres dormían en sus hojas cuando anhelaban engendrar. Así mismo, los atletas que ganaban en olimpiadas los embadurnaban con el aceite y una corona de olivos por ser victoriosos.
Años de historia
Se debe tener en cuenta que los orígenes del olivo se datan desde hace más de 4.000 años ya que algunos sostienen que en Grecia existe un olivo con más dos mil años. Por otra parte, algunas personas sostienen que en Croacia se encuentra un ejemplar de mil seiscientos años que produce más de treinta kilogramos al año.
Es importante saber que este árbol también está asociado o incluido en pasajes de la Biblia, como es el caso de la historia del Arca de Noé donde se relata que una paloma lleva al barco una rama de olivo, imagen que prevalece en la actualidad como el símbolo de la paz y de vida. El olivo actualmente se utiliza para aplicaciones terapéuticas y gastronómicas.