La jardinería más que  un trabajo es un arte que requiere de paciencia y dedicación. No es necesario ser un profesional de la jardinería, con conocimientos básicos es suficiente, lo más importante es estar atento con el riego de las plantas y césped del jardín y mantener la tierra con los nutrientes necesarios para tener un jardín elegante.

A continuación mostramos algunos trucos que permitirán cuidar y mantener el jardín siempre hermoso y en buenas condiciones sin la necesidad de contar con grandes conocimientos.

Sencillos trucos de jardinería

Las semillas: un truco para sembrar las semillas es colocarlas para su germinación en cascaras de huevo, ya que la cascara aporta calcio al suelo y luego de ser trasplantada se convertirá en abono, también se puede dejar remojando las semillas por una noche en te de manzanilla, este funciona como fungicida y ayuda a que las semillas germinen.

El riego: es importante mantener el riego adecuado de las plantas, una manera de saber si falta agua a las plantas es hundiendo el dedo en la tierra y verificar que este húmedo, en caso contrario se debe regar, para mantener un riego continuo y controlado se puede utilizar una botella con agua enterrada en la tierra, así la tierra absorberá el agua poco a poco.

Los insectos: algunas plantas como la caléndula poseen un fuerte aroma que es desagradable para los insectos y los mantiene alejados de las plantas, así se evitara que las plantas enfermen y que los gusanos coman sus raíces.

Fertilizantes: además de los nutrientes que pueden adquirirse en cualquier tienda de jardinería, se puede utilizar el agua de cocción de vegetales, esta aportan nutrientes a las plantas que funcionan como cualquier otro, además el café y la cascara de plátano funcionan como abono.

Limpieza de las macetas: luego de cambiar de maceta una planta se puede limpiar utilizando un atomizador con una mezcla en partes iguales de agua, alcohol y vinagre, de esta manera se extraen las sales que se forman en las macetas y podrán reutilizarse luego de estar secas.

Oxigenar el césped: colocando clavos en las suelas de zapatos viejos y pisando el césped se crean pequeños agujeros por los cuales será más sencillo el ingreso de agua y oxígeno al césped para mantener frescas las raíces.