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La llegada del otoño puede ser aprovechada para realizar una serie de trabajos en un jardín, con el fin de ayudar a las plantas a superar las exigencias de las épocas frías y a que lleguen fuertes, sanas y con excelente color a la primavera. Una de estas tareas es la aplicación de fertilizantes que reemplacen los nutrientes consumidos durante la temporada de primavera y verano, que es la de mayor crecimiento para las plantas. Renovar los nutrientes es importante porque así las preparamos para enfrentar el invierno y para que lleguen en buenas condiciones a la próxima primavera.

Debe tenerse en cuenta que no debe aplicarse un solo fertilizante para todo el jardín, sino que existen distintos productos que se adecuan a las necesidades y características de los distintos tipos de plantas existentes, por lo que se recomienda consultar en las casas especializadas.

Aplicación de fertilizantes durante el otoño

Césped: durante el otoño es importante la aplicación de fertilizantes al césped debido a que contribuye al reforzamiento de los sistemas radiculares. El tipo de fertilizante más adecuado para aplicar al césped durante el otoño es el soluble de liberación lenta de nutrientes, respecto de su composición, es conveniente que tenga una proporción menor de nitrógeno y un mayor aporte de fósforo y potasio para favorecer el crecimiento radicular. Asimismo, debería contener algo de azufre para aumentar las defensas del césped contra enfermedades y el frío.

Arbustos: un abono con un porcentaje superior de fosfatos resulta adecuado para que los árboles y arbustos florales, debido a que estimula una mejor floración para la primavera siguiente. Su aplicación también es beneficiosa para los árboles frutales, evitando la maduración tardía de los frutos. El potasio, por su parte, es el responsable de la multiplicación celular y de la formación de tejidos más resistentes a las heladas, y también contribuye a mejorar la calidad y cantidad de flores y frutos.

Plantas perennes: para estas plantas se suelen utilizar fertilizantes granulados con una proporción 0-20-0 (0% nitrógeno- 20% fósforo- 0% potasio), que pueden aplicarse a principios o mediados de la temporada otoñal.

Si se dispone de un sustrato rico, el fertilizante se esparce en forma ligera alrededor de las plantas para ayudar a promover el crecimiento de la raíz y una abundancia de flores o nuevo crecimiento en la primavera. Por tratarse de un abono granulado, se debe regar e incorporar muy bien a la tierra, para evitar que quede en la superficie y termine quemando las hojas de las plantas.

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