El origen del olivo se sitúa en Asia Menor hace unos seis milenios y se propagó por toda la Cuenca del Mediterráneo hasta Italia Meridional. Los romanos expanden el cultivo de olivo cuando llegaron al norte de África y prosiguen la expansión del olivo por los países costeros del Mediterráneo.
El cultivo de olivo fuera del mediterráneo, en España, se dio durante la dominación marítima de los fenicios (1050 a.C.), sin embargo, no fue en ese entonces cuando el cultivo de dicha planta tenía tanto desarrollo, pues alcanzó su desarrollo máximo con llegada de Escipión y la dominación de Roma.
A través del mundo
En algunos países del norte de África el cultivo del olivo se desarrolló como una herramienta estratégica para el asentamiento de los indígenas en ese entonces, ya que en la antigüedad los Getulos saqueaban campos para satisfacer sus necesidades alimenticias.
Por otra parte, cundo se habla del sur de España se hace referencia a que los árabes fueron quienes introdujeron el desarrollo del cultivo con sus diferentes variedades de especies en cada lugar al que llegaban e influenciaron de tal forma el desarrollo de este árbol que los términos para aceituna y aceite de oliva tienen raíz árabe.
Cultivo de olivo en América
En relación con América el cultivo del olivo se desarrolla luego del descubrimiento de dicho continente en 1492. Las principales zonas que fueron influenciadas para el desarrollo del olivo fueron las que hoy se conocen como México, Perú, Estados Unidos, Chile y Argentina.
En la actualidad el cultivo de olivo se ha expandido más allá del Mediterráneo, con gran magnitud en algunos países lejanos a su zona de origen como la Región Sudafricana, Japón y China. El desarrollo del cultivo de esta planta se desarrolló por los beneficios que tiene el consumo de sus frutos y por el uso de sus hojas en productos medicinales.