Si estás pensando comenzar a cultivar bonsáis debes elegir especies que sean más fáciles de cultivar, afortunadamente existen algunas especies más resistentes y no demasiado costosas. Cuando empezamos en esta afición normalmente nuestra primera experiencia termina en fracaso, no sabemos muy bien por qué ocurre si nosotros hemos dado a nuestro árbol los mejores cuidados y mucho cariño.
El primer error es tenerlos dentro de casa, son árboles y como tales necesitan la luz del sol y aire fresco, en el interior de nuestros hogares la luz no suele ser la adecuada y la calefacción acaba matándolos en poco tiempo. Tienen que estar en el exterior, en un jardín, patio, terraza, balcón o en el alféizar de una ventana. Si alguna vez los metemos dentro para exhibirlos como mucho será durante uno o dos días.
El segundo error viene al elegir el género y la especie, no nos paramos a pensar si nuestra orientación es la adecuada, ni si tenemos los conocimientos suficientes o podemos tener acceso a ellos para conseguir que ese bonsái que nos gusta sobreviva.
Bonsáis fáciles de cultivar
- Olivo: el olivo es bonito y bastante resistente. Aguanta el frío, aunque cuidado de heladas muy fuertes. Se deben cultivar siempre en el exterior.
- Olmo: los olmos son muy duros también, de los mejores a la hora de empezar.
- Ficus: el ficus es otra especie fácil. Puedes tenerlos dentro de casa todo el año, aunque no sea recomendable.
- Buxus: cualquiera de las especies del género es fácil de cuidar y mantener, el harlandii es muy llamativo por su corteza aunque es algo menos resistente al frío que el común, buxus sempervirens, es el que encontramos en setos y en viveros de jardinería.
- Carpinus: resiste perfectamente temperaturas bajas, -5ºC sin hojas y -3ºC cuando empieza a brotar. El colorido de sus hojas en otoño y el pequeño tamaño de éstas lo hacen muy indicado en bonsái.
- Punica granatum: resiste el frío perfectamente y a pocos cuidados que le prodiguemos nos regala flores y frutos de un intenso color rojo.