Si bien es cierto que los olivos son árboles muy resistentes a las peores condiciones de terreno, estos requieren de una serie de cuidados para evitar el daño. Tomar en cuenta algunas recomendaciones para cuidar un olivo asegura su mantenimiento a lo largo de los años y su longevidad.
Tipos de poda
La poda del olivo se divide en tres tipos: la poda de formación se realiza para darle forma y evitar que algunas ramas suelan colgar o enredarse con otras, es importante tomar en cuenta que no se debe forzar la dirección natural de las ramas.
La poda de producción se realiza para limpiar el árbol, es decir, se realiza para eliminar ramas secas y no productivas para obtener otras ramas jóvenes y de mayor producción. Para cuidar un olivo la poda de rejuvenecimiento se realiza mayormente cuando el olivo tiene pocos brotes nuevos de hojas, si las hojas poseen un color apagado y su la floración es muy escasa.
Riego para cuidar un olivo
En relación con el riego es importante tomar en cuenta el tipo de drenaje que posee el terreno, la época del año ya que el árbol no tiene las mismas necesidades en todas las épocas, a su vez es importante tomar en cuenta que la cantidad de agua en el riego depende también del tamaño de la copa del olivo. El olivo es una planta que no requiere de mucha agua.
Por otra parte, en el caso de los olivos en maceta se deben seguir una serie de recomendaciones para cuidarlo y mantenerlo en perfecto estado. Estas recomendaciones para cuidar un olivo inician con evitar el frío ya que son árboles de clima seco y caluroso, se debe nutrir la tierra con abono orgánico o inorgánico según sean los requerimientos de la planta, es importante también escoger una maceta de arcilla ya que estos recipientes son porosos y esto permite la aireación adecuada del sustrato y realizar un riego moderado.