Actualmente existen diferentes tipos de bonsáis, y dentro de ésta diversidad, existen algunos que son más fáciles de cuidar, cultivar y manipular sin dañarlos. Algunos de los factores, características o recomendaciones que se deben tomar en cuenta de un bonsái para saber si son fáciles de cuidar son las siguientes:
Una de las recomendaciones si se quiere tener los bonsáis más fáciles de cuidar es mantenerlos en el exterior de los hogares, oficinas, entre otros para que reciban la luz necesaria, aunque si se desea tener dentro del lugar se necesita que esté en una ventana donde reciba cierta proporción de luz y sombra para que pueda crecer naturalmente.
Sugerencias y tips
Otra de las recomendaciones es escoger una especie que se adapte a nuestra zona o región ya que de esta forma se facilita su adaptación y crecimiento.
Las características que se deben tomar en cuenta de los bonsáis más fáciles de cuidar son: que sean de fácil cultivo, fácil mantenimiento de su forma y estilo, resistente a los distintos cambios climáticos que puedan darse en la zona o región, informarse sobre los cuidados como podado, alambrado, regado de agua, abono que lo favorece y respetar el ritmo de crecimiento del árbol.
Los bonsáis más fáciles de cuidar
El bonsái de olivo es caracterizado por ser bastante resistente al frío, pueden ser cultivados siempre en el exterior. El bonsái ficus, se caracteriza por su buena resistencia al estar dentro de los hogares. El Olmo suele ser también uno de los bonsáis más fáciles de cuidar al igual que el carpinus que suele resistir temperaturas más bajas, es uno de los más coloridos en cuanto a sus hojas y flores.
También se encuentran el malus, buxus, las cotoneaster y ligustrum como bonsáis de fácil cuidado ya que resisten bien a los inviernos de -5°C y suelen dar pequeños frutos y floraciones.