Los olivos centenarios son excelentes para decorar jardines y espacios abiertos, según tradiciones traen buena fortuna y representan fortaleza. Gracias a que logran soportar muy bien los cambios climáticos y adaptarse en todo tipo de terrenos, hasta en condiciones áridas y secas, es un árbol que logra durar entre 100 y 200 años.
Detalles como el lugar correcto dónde plantarlo y cada cuánto regar un olivo son importantes a la hora de decidir comprar uno o si ya se tienen. Primeramente hay que conocerlos, estos árboles son considerados ancestrales y de gran majestuosidad puesto que logran vivir muchos años, convirtiéndose en un patrimonio que podría pasar por muchas generaciones.
Características y regado
Los olivos centenarios tienen copas frondosas, alcanzan perímetros de hasta 20 metros, logran dar sombra y albergan muchas aves, en primavera dan flores y alrededor del otoño logran dar frutos. Son de crecimiento lento y se adaptan a zonas secas, áridas y cálidas, no es necesario regar un olivo frecuentemente puesto que no soportan bien la humedad y el exceso de agua.
No necesitan una exposición directa del sol por lo que es mejor plantarlos en un espacio donde no les falte pero no esté en exceso. Puesto que son un tipo de árbol que soporta largos periodos de sequía es excelente porque no requiere de grandes cuidados, por lo que hay que regarlos dos o tres veces por semana.
Sistemas de riego
El mejor mecanismo para regar un olivo centenario es contar con un sistema de riego por goteo, los expertos lo recomiendan puesto que logra graduar la cantidad de agua que recibe el árbol. La ventaja de este procedimiento es que el agua se aplica de manera lenta y localizada en la raíz del arbol, reduciendo los gastos de agua y utilizando lo necesario.
El sistema de riego por goteo logra reducir la aparición de malas hierbas alrededor del tronco del olivo centenario además de evitar los posibles problemas con plagas ya que el agua va directamente hacia la raíz del árbol.