Es indudable que estos pequeños árboles son, cuanto menos, muy curiosos. Llaman mucho la atención, ya que nos recuerdan a paisajes de la naturaleza. Y, ¿quién no quiere disfrutar de un rincón del bosque en su hogar? Dominar la técnica del bonsái, sin embargo, lleva tiempo, pues una de las virtudes que hay que tener si nos queremos adentrar en este mundo es la paciencia. Hay que identificar y respetar los ciclos del árbol para saber cuándo es el momento de realizar los diferentes trabajos.
Afortunadamente, hay especies que nos lo pondrán mucho más fácil. Veamos cuáles son los mejores bonsáis para principiantes.
Selección de los mejores bonsáis para principiantes
Cuidar un bonsái no tiene por qué ser complicado, pero si elegimos especies muy exigentes sin duda lo será, ya que tendremos que estar muy pendientes de la planta, de cómo le afecta el clima, y tomar medidas para que esté bien. Por eso es muy recomendable, sobre todo si no se tiene mucha experiencia, empezar con árboles que sean resistentes, como estos que hemos ordenado de menor a mayor dificultad:
Especies de plantas autóctonas
Las especies de plantas, y en concreto, de árboles y arbustos propios de la zona donde se vive son los ideales para los principiantes. Como están acostumbrados a las condiciones climatológicas, no tendrás que preocuparte por si pasan frío o calor.
De hecho, en lo único que tendrás que pensar es en dónde vas a ponerlos, y por supuesto en regarlos, abonarlos y podarlos cada vez que sea necesario.
Unos ejemplos de bonsáis de plantas autóctonas de España mediterránea serían estos:
Ficus
Los del género Ficus son uno de los más recomendados. Tienen un crecimiento rápido, pero es fácilmente controlable. Además, toleran muy bien la poda, y cicatrizan las heridas sin apenas dejar señal (con el paso del tiempo, claro).
El único inconveniente es que la mayoría son de origen tropical y/o subtropical, con lo cual prefieren climas suaves para vivir, libres de heladas. Por este mismo motivo se deben de trasplantar casi al inicio del verano, especialmente si las condiciones climáticas no acaban de serle muy favorables.
Olmos
¿Qué decir de los olmos? Tanto los del género Ulmus como los Zelkova parecen estar hechos para aquellas personas que están dando sus primeros pasos en este mundo. De crecimiento rápido, no son nada exigentes, siempre y cuando se les tenga correctamente abonados. Por cierto, ¿sabías que si los cultivas en colador durante una o dos temporadas, conseguirás que engrose el tronco de una manera increíble? Sí, sí, haz la prueba y verás. Sólo tienes que tener en cuenta que debes de utilizar un sustrato muy poroso para que las raíces estén muy bien oxigenadas y puedan absorber el abono que empleará para el crecimiento.
A diferencia de los Ficus, los olmos necesitan pasar algo de frío (con temperaturas inferiores a los 0 grados) para poder desarrollarse sin dificultad.
Arces
Los arces son árboles de hoja caduca que se llevan trabajando como bonsáis desde el origen de este arte. Toleran muy bien la poda, y como son muchos los que tienen la hoja pequeña y un tronco bonito es fácil darles un estilo apropiado.
Pero a diferencia de los Ficus por ejemplo, ellos necesitan vivir en una zona donde el clima sea templado, y donde haya heladas en invierno. Además, como sustrato se ha de mezclar 70% akadama con un 30% de kiryuzuna, si bien es preferible sustituir el kiryuzuna por la kanuma.