El tomate es una de las frutas más consumidas mundialmente, y a pesar de que no es un producto caro, en algunos países el kilo puede tener un coste elevado. Por ello, hay personas que deciden aprender a cómo cultivar tomates en macetas en casa, una muy buena opción que no nos llevará mucho tiempo si prestamos atención a algunas aspectos.
El tomate, al contrario de lo que muchos piensan, es una fruta, y puede ser consumido tanto crudo como frito, en zumos, salsas o cocido, aportando sabor y beneficios para nuestra salud. A pesar de que cultivo del tomate no es una tarea complicada cuando lo hacemos a pequeña escala, se deben tener en cuenta una serie de datos sobre el proceso que conlleva
En primer lugar, antes de averiguar cómo plantar tomates en macetas debes saber que existen dos variedades:
- Determinados. Se trata de una planta más compacta y arbustiva que no necesita poda y tiene un crecimiento limitado, por lo que es ideal para sembrar tomates en casa. Este tipo de tomate es el que utilizaremos en esta ocasión. Son perfectos cuando disponemos de poco espacio y son los conocidos como tomates cherry, de un tamaño más reducido. Estos tomates darán frutos a la vez, por lo que deberemos cosechar todos los tomates de golpe.
- Indeterminados. Son los tomates más típicos cuyo tamaño es algo más pequeño al de una pelota de tenis, y cuyo crecimiento es ilimitado, por lo que requerirá de más espacio y de más cuidados. La planta dará tomates durante toda la temporada. Si lo que quieres es plantar tomates en casa, ten en cuenta que esta variedad requerirá de más trabajo.
La maceta adecuada. Antes de plantar tomates en macetas, deberemos procurar hacernos con la maceta en la que depositaremos las semillas.
- Esta debe tener cómo mínimo 30 cm de diámetro y 30 cm de profundidad, aunque lo más conveniente es que tenga una profundidad de unos 45 cm. Esto también dependerá del espacio del que dispongas, pero cuanto más grande, mejor.
- Evita que el material de la maceta sea pesado, puesto que te resultará difícil moverla, así que es mejor optar por una de plástico.
- Es recomendable colocar un plato debajo de la maceta para que el agua que echamos al regar quede depositada tras drenar.
Obtener las semillas. Puedes optar por comprar las semillas en un centro de jardinería, o si lo prefieres extraerlas de algún tomate que tengas en casa. Si escoges la segunda opción, asegúrate de que se trata de un tomate determinado, es decir, que tiene un crecimiento limitado, puesto que lo plantaremos en una maceta.
- Abrimos un tomate bien maduro y extraemos las semillas.
- Las introducimos en un colador y añadimos agua extrayendo los restos de fruta que estén adheridos.
- Una vez las semillas están libres de cualquier resto de tomate, las ponemos sobre papel de cocina para absorber el agua hasta que estén totalmente secas.
¿Cuándo debo plantar las semillas?
En el caso de los tomates determinados, la época en la que se deben plantar las semillas es a principios de primavera, puesto que las temperaturas no bajan de los 11 grados, y los tomates no soportan temperaturas inferiores durante su crecimiento. Esta es una de las condiciones para saber cómo sembrar tomates en una maceta.
- Es necesario que la maceta facilite el drenaje, puesto que de lo contrario, la planta acumularía demasiada agua. Por ello, la maceta debe tener agujeros en la parte inferior.
Ten en cuenta, que al principio sembraremos todas las semillas en una misma maceta, pero una vez germinen y tengamos pequeñas plantas, deberemos trasplantarlas de forma individual en diferentes tiestos. De esta forma, nos aseguraremos de sembrar tomates en macetas exitosamente.
Plantar las semillas. Una vez ya disponemos de las semillas que nos darán nuestro futuros tomates así como de la maceta adecuada donde plantarlos, podemos proceder a sembrar los tomates en macetas.
- Rellenamos la maceta con tierra de cultivo -que deberías haber comprado en un centro de jardinería- dejando libres unos 5 cm.
- Allanamos la tierra con la mano y esparcimos las semillas por la superficie dejando cierta distancia entre ellas.
- Presionamos las semillas contra la tierra para que se hundan parcialmente y añadimos unos 5 cm más de tierra, presionando de nuevo la tierra para que quede compacta.
- Regamos la tierra abundantemente, cubrimos la maceta para retener la humedad con un film transparente y la colocamos en un lugar cálido donde pueda recibir la luz del sol.
- Ahora solo queda esperar a que empiecen a aparecer los primeros brotes, asegurándonos de que la planta siempre tiene la humedad adecuada -la tierra siempre debe estar húmeda- pero evitando que quede encharcada.
El trasplante. Es conveniente realizar un trasplante cuando los brotes alcanzan los 6-8 cm. Deberemos colocar cada planta en una maceta individual para asegurarnos de que crecen correctamente. Esto es fundamental a la hora de sembrar tomates en macetas con éxito.
- Regamos la maceta para que posteriormente resulte más fácil extraer las plantas sin que se rompan las raíces.
- Preparamos los diferentes tiestos en los que sembraremos los tomates, que ahora aún son pequeños brotes.
- Cogemos algún utensilio para ayudar retirar cada planta sujetando con una mano el tallo y con la otra introduciendo por debajo de la misma una pequeña pala o incluso un tenedor presionando ligeramente hacia arriba.
- Colocamos la planta en su nueva maceta procurando que la mayor parte del tallo quede dentro de la maceta y cubrimos con tierra.
- Regamos las macetas abundantemente.
Cuidados a la hora de sembrar tomates en una maceta.
- Evita que la tierra de la planta quede seca. Ten en cuenta que cuanto más calor hace, mayor riego requerirá la tomatera.
- En invierno necesitará una mayor cantidad de sol, mientras que en verano deberemos evitar la exposición de forma prolongada para evitar que se queme.
- No coloques la planta en un lugar donde pueda darle viento en exceso.